
Medicina Integrativa – Coaching Personal
Avanza en el camino de la salud trabajando tus emociones
El coaching personal es una herramienta muy poderosa para aprender a aplicar tu inteligencia, y dar la respuesta más adecuada a los estímulos que se te presentan. Incluso puedes llegar a gestionar tus emociones, analizarlas objetivamente, aprender las lecciones que traen las nuevas experiencias emotivas y crecer como persona.
Durante las sesiones de Coaching y gestión emocional, iniciaremos un recorrido de aprendizaje sobre la ira, la euforia, la alegría, el apego, la tristeza, el estrés, la sorpresa o el asco, para minimizar su impacto negativo en tu salud y las personas de tu entorno.
Avanza en el camino de la salud trabajando tus emociones
El coaching es una herramienta muy poderosa para aprender a aplicar tu inteligencia, y dar la respuesta más adecuada a los estímulos que se te presentan. Incluso puedes llegar a gestionar tus emociones, analizarlas objetivamente, aprender las lecciones que traen las nuevas experiencias emotivas y crecer como persona.

El secreto sobre el estrés…
Si aprendes a gestionar el estado de tu mente, aprenderás también a gestionar las respuestas dañinas del estrés, y así podrás vivir una vida más saludable. Pero… ¿por qué?
El estrés activa nuestro instinto de supervivencia ante situaciones de peligro, nos prepara para una amenaza que casi nunca es real. Las principales hormonas del estrés son la adrenalina y el cortisol. La adrenalina se encarga de darnos el impulso que necesitamos para ayudarnos a actuar. El cortisol, en cambio, moviliza las reservas de energía, para activar la actividad cerebral y la concentración. Sin embargo muchas personas producen un exceso de adrenalina y cortisol en su cuerpo, porque se encuentran en un estado de estrés crónico.
¿Cómo puede hacernos daño el estrés crónico?
El exceso de adrenalina en una persona con estrés crónico produce efectos perjudiciales a largo plazo tales como: Cansancio (o incluso extenuación), dolor de espalda, úlceras del estómago y duodeno, falta de concentración, problemas de memoria, ira y agresividad o problemas de sueño.
Por otra parte, mantener crónicamente elevados los niveles de cortisol en la sangre, causa una alta irritabilidad y cambios relacionados con la alteración del metabolismo. Algunos expertos opinan que los niveles altos de cortisol causan, además, la acumulación de grasa en el abdomen en hombres y en las caderas en mujeres. Un nivel crónicamente alto de cortisol puede resultar en: debilitamiento del sistema inmunitario y aumento de enfermedades infecciosas; aumento de las alergias; empeoramiento de enfermedades obstructivas pulmonares como asma y EPOC, y sentimientos de fracaso, ansiedad y depresión.
Fisiológicamente, la emoción está relacionada con la excitación del sistema nervioso. Las emociones se generan en un estado complejo de sentimientos, que se traducen en cambios psicológicos y fisiológicos, influyendo en nuestro comportamiento y salud. Tanto la emoción positiva (alegría), como las negativas, alteran la tranquilidad de la mente.
Una información sensorial que llega a la amígdala directamente a través del tálamo sin pasar por la corteza cerebral, crearía una emoción que puede generar estrés y producir un impacto negativo. Pero si la misma información sensorial pasa por el tálamo y la corteza cerebral, antes de llegar a la amígdala, el resultado es una respuesta razonada. Esta gestión nos permite aplicar nuestra inteligencia y dar la respuesta más adecuada a los estímulos internos y externos, además del aprendizaje sobre las nuevas experiencias.
- La Ira
Es una emoción muy negativa y, si no se la gestiona bien, ante todo perjudica a la persona que la tiene, perdiéndose las experiencias beneficiosas de su entorno socio-familiar, perjudicando su salud y viéndose implicado en un espiral de comportamientos negativos.
- La Euforia o la Alegría
También es una emoción que requiere una gestión apropiada, ya que causa respuestas fisiológicas inadecuadas. La mente se excita y pierde la tranquilidad y sueño, y se generan compartimientos que pueden perjudicar a la persona y su entorno.
- El Amor y el Apego
La mente tiende a apegarse a las personas y objetos que le generan felicidad. Cuando estas mismas personas u objetos están ausentes, la mente sufre creando pensamientos negativos. Este tipo de “amor” genera comportamientos egoístas y tiende a restringir la libertad de las personas amadas.
- La Tristeza
Se ha de aprender de las pérdidas, los fracasos y frustraciones para, rápidamente, recuperar el estado de ánimo y evitar sus efectos dañinos. Esta emoción se instaura de una manera permanente, deprime al sistema inmunológico y baja las defensas, aumentando la posibilidad de enfermedades, incluyendo las infecciosas. Además, una persona triste deja de disfrutar otros estímulos sensoriales de felicidad, y se aísla, perjudicando su vida socio-familiar.
- El Estrés
Cualquier estímulo, interno y externo, puede crear cualquier emoción, y generar una respuesta no razonada. Cuando la información sensorial pasa por el tálamo y la amígdala, sin pasar por la corteza cerebral, hace que los nervios transmitan los estímulos negativos al sistema cardiovascular y respiratorio, y estimula la secreción de las hormonas de estrés, que nos preparan para “una amenaza” que ¡casi nunca es real!. El estrés es un proceso según el cual percibimos y respondemos a determinados acontecimientos denominados factores de estrés (que varían entre personas), que son percibidos como amenazas o desafíos.